sí, hoy en pleno invierno vamos a hacer una buena barbacoa, y es que tenemos chorizos para dar y regalar. Por cada pack de yogures que compres en Mercadona te regalan un chorizo de la marca Deguanteblanco.
Y es que hay quién nace con la mano rota y no se conforma con lo que ya tiene y se tiene que comer lo de los demás, no tienen bastante con pertenecer a la Familia Real o ostentar altos cargos públicos, aparte les gusta picar de allí y de allí, complejo de gallina se llama este transtorno.
Estamos llegando a un punto en el que robar al prójimo es una moda, es algo fácil y casi sin riesgos; lo peor que te puede pasar es que, o bien alces el pulgar en una sala de un juzgado o te cambien de sitio en el museo de cera. Y este precio es el único que hay que pagar para lucrarse de una sociedad que no es tonta, pero como creo recordar que decía el libro de San Manuel Bueno, mártir (perdón si me equivoco con la referencia), "hay que darle opio al pueblo".
Ese opio que nos mantiene a todos como ensimismados y sin luchar por lo nuestro, hay gente que apadrina a niños del tercer mundo dándoles una vida algo mejor; pero lo que no sabemos es que tenemos ya ocho infantes apadrinados y dándoles la mejor educación. Y esto de darles la mejor educación está muy bien porque ya que se van a rascar la barriga que se la rasquen leyendo a Calderón de la Barca o a Unamuno, que viste más de cara al concurso de Familias Reales.
Y es que esto es un descontrol, tenemos hambre, delincuencia, paro conflictos hasta en la sopa; y esa es otra la SOPA y el resto de leyes que se dan la mano con ella. Nos están quitando uno de los derechos más innegables, o eso parecía, para el hombre, la libertad de expresión, porque compartir archivos por Internet también es un modo de libertad de expresión y nosotros nos quedamos callados, haciendo alguna que otra manifestación de teclas caídas y poco más. Protestemos, luchemos, como dijo en alguna ocasión el maestro Sabina "pelearé hasta el último segundo, y en mi epitafio pondrá <<No estoy de acuerdo>>".
Pero muchos me preguntaréis cómo luchar, y es difícil porque estamos como Eduardo Manostijeras intentando acariciar un caballo sin que le pegue una coz, no podemos hacer nada; se nos da la palabra cada cuatro años y para lo único que sirve es para eso, escoger de la parrilla el chorizo que más nos guste.
"Donde dijeron digo, decid Diego" Joaquín Sabina.
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