sábado, 10 de noviembre de 2012

Ahora valoras lo pequeño

"Vaya, si cojo esta oferta me puedo ahorrar 27€ y así poco a poco me puedo comprar esa cosa que tanto quería." . Esta frase es la que salió de mi boca hace un par de días, y seguro que algunas cosas parecidas habéis pensado vosotros.

La pregunta es, ¿cuándo han comenzado a aflorar en nuestra mente estos pensamientos?, pues sí amigos, justo ahora que estamos en crisis. Y es que antes, al menos en mi caso, no valorábamos nada porque todo era fácil de conseguir, si querías algo te gastabas el dinero y punto. Ahora hemos añadido una nueva palabra a nuestro diccionario: prioridad.

Y es que mientras yo antes me compraba un videojuego en cuanto salía al mercado, ahora digo mejor me espero a Navidad, porque prefiero tener dinero para cosas tan cotidianas como unas cañas en lugar de gastármelo en algo que sí me va a entretener, pero no lo voy a disfrutar tanto. Resulta curioso como valoramos ahora las pequeñas cosas, los pequeños respiros que nos concede la crisis.

Por suerte esta crisis no nos ha trastocado hasta el límite de valorar todos los pequeños lujos que tenemos, aunque no vendría mal empezar a pensar en ellos, y sentirnos afortunados, "estamos mal y encima no te puedes quejar.", pues sí, así es. Habéis visto lo que molesta cuando te metes a la ducha y se acaba el butano y comienza a salir el agua fría, menudo problemón, te tienes que secar, salir de la ducha y cambiar la bombona ... sí, esto se llama ironía (no sé si usar cursiva para estos comentarios irónicos, aunque podría resultar un insulto a mis lectores, mejor lo dejamos así, a buen entendedor pocas cursivas bastan...).

Y otra sensación muy cotidiana, la sed, simplemente tenemos que ir a la cocina y mover con dos deditos una palanca, y de pronto aperece un chorro de agua y al lado Tamariz tocando un violín imaginario (cosas de la crisis, ¡ni para violines oye!), pues esto no lo pueden hacer miles de personas y nosotros no lo valoramos.

Y en esta época del año en las que vives con el miedo de que Rodolfo langostino salga de una esquina y te diga (leasé con acento argentino) "llévame a casa" (también la crisis también le a tocado a él, cosas de los desahucios), y que llegas a tu casa empapado, lo único que tienes que hacer es cambiarte los pantalones y meterte en el brasero a esperar a que escampe. ¿Has pensado en esas personas que ves durmiendo en la esquina de la calle de la discoteca Granada10?, pues los cartones no son impermeables.

También cuando merendamos suceden verdaderos milagros. Abres el frigorífico, no hay leche, vas a la despensa y coges otro cartón.

En fin, creo que ya ha quedado suficientemente claro lo afortunados que somos, hay tantas cosas que nos afectan y que son minucias, que si las eliminamos nuestra vida dará un giro de 180º (no sé porque la gente dice 360º, si así te quedas igual). Y ahora os voy a dejar un "puesía" de esas que trato de escribir yo, y al final sólo garabateo:



Tortura

Desilusión, agobio, invierno,
Desengaño, pesadez, fatiga,
Desconsuelo, insomnio, averno,
Depresión, ojos, fatiga.

Hambre, pena, sufrimiento,
Calor, venas, sida,
Nausea, calambre, remordimiento,
Cosas que afean la vida.

Odio, temor, fracaso,
Espina, frío, avaricia,
Cosas que en el corazón amaso,
Antes de pedir una caricia.